Medio Oriente, “Milagros de Amor”
AIS es una fundación pontificia llamada “Ayuda a la Iglesia que sufre”, ella ha hecho posible que llegue a Chile el sacerdote iraquí Douglas Bazi para contar su experiencia, su vida y sus historias como párroco en Iraq. Junto a 4 alumnas de IIº Medio: Natalia Guevara, Valentina Roldán, Rocío Fuentes y Silvana Mezzano pudimos asistir a una charla en el convento de religiosas Carmelitas Descalzas de clausura en Recreo, para ver y escuchar a este hombre y valiente cristiano.
En Iraq hoy existen 3,1 millones de iraquíes desplazados y 10 millones de sirios refugiados. Han tenido que abandonar sus casas y trasladarse para vivir con sus familias en un contenedor de 3×6 metros, con baños comunes, sin privacidad, hacinados por más de 14 meses ¿Por qué? Por ser cristianos y no poder vivir en territorio musulmán, en donde Isis, el estado Islámico les persigue, amenaza, destruye y matan decapitados obedeciendo al Corán.
La misión de ser sacerdote en Iraq hoy es “suicida”, porque pueden ser muertos en cualquier momento. El padre Douglas fue raptado, encadenado y torturado por Isis durante 9 días y en esos días perdonó a sus enemigos. Encadenado en un baño asqueroso, sin comer ni beber agua, padeció y creyó que su vida se terminaba, que jamás regresaría. Perdió dientes con los golpes de un martillo, golpearon su espalda hasta romper parte de su columna, le quebraron huesos de su rostro, en fin, un infierno y sin embargo nunca dudó ni culpó a Dios por eso. Su propósito hoy no es pedir comida ni nada material, su propósito es que se detenga este sufrimiento, es que el mundo, para que abramos nuestros ojos y sepamos cuánto sufren hoy los cristianos en Siria e Iraq. Su esperanza es que 100 familias de refugiados tengan esperanzas de vivir una nueva vida en Chile.
Nuestras alumnas tuvieron el regalo de ser testigos de cómo se puede vivir el evangelio, vivir amando la voluntad de Dios a pesar del sufrimiento. Ellas quedaron impresionadas de la alegría con que este párroco cuenta su vida, cuenta la verdad de cómo se les ha quitado todo y sin embargo viven unidos alabando a Dios, perdieron sus tierras y sus casas, pero están listos para vivir de persecución en persecución.
Nos ha dejado una tarea, nos pide ORACIÓN, sí, rezar por ellos para que no pierdan la esperanza. Finalmente bendijo en arameo a cada una de nuestras alumnas y en inglés les dijo: “sean valientes”…
M.Virginia León S.
Profesora de Religión
