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Diferenciado de Lenguaje y Filosofía 4º medio 2017

Visitar un lugar nuevo es siempre una aventura llena de historias, secretos, cultura, arte, etc. Valparaíso es un lugar con muchos rincones por recorrer, con miles de historias por conocer y mantiene una cultura que es una mezcla de muchas, lo cual convierte esta experiencia en un viaje al pasado con sellos del presente.

Los famosos cerro alegre y concepción, lograron superar mis expectativas, a pesar de que ya había visitado ciertos lugares, esta vez los pude observar desde otra mirada, ahora pude conocer su origen y darme cuenta de los detalles. Además fue muy entretenido compartir los diferentes puntos de vista de cada uno de mis compañeros de viaje. Una de las cosas que más llamó mi atención fue “El mar de colores” que se presenta en estos cerros y en la gran mayoría de este lugar. No solo me refiero a la abundante gama de colores y arte que tanto caracteriza esta ciudad, si no también lo mucho que se destaca el mar y sus leyendas.

Donde hoy es la parte urbana de Valparaíso, antiguamente solo era mar, por ejemplo, la plaza Aníbal Pinto que fue nuestro primer viaje al pasado. Continuamos este viaje ascendiendo a cerro alegre por el popular “Reina Victoria” que nos mostró un reconocido cementerio donde están sepultadas aquellas personas que no fueran de la religión oficial según el gobierno en ese entonces. Apropósito de religión en este cerro también se encontraba la primera iglesia anglicana de Chile, fundada en el año 1855. Luego de subir y bajar escaleras, y ver pasajes llenos de diseños que representan nuestra cultura, llegamos al cerro concepción que nos entregó una perspectiva maravillosa y completa del puerto. Para finalizar fuimos al centro cultural, en el cual, con sus lúdicas actividades, dimos un paso por la vida de la cantautora Violeta Parra, quien nos relata historias a través de sus canciones.

Cuando llegó el hambre pasamos por una de las tantas opciones que posee este mar y como era de esperarse todo estaba delicioso, una colación en la mañana en “ciento 80 y tres” y en la tarde para el almuerzo “la Pará kurtural”. En ambos lugares nos atendieron siempre de buena manera y con respeto, se puede sentir “la buena onda porteña”. Me pareció muy cómoda la variedad de opciones para comer y el ambiente que se genera en esos lugares, logra transportarte a ciertos lugares con los olores y sabores.

Para mí es una experiencia recomendable, ya que se da a conocer de forma muy entretenida y libre, los orígenes y cultura que existen en gran parte de Chile y la importancia que tiene saber y ser parte de estos hitos que han cambiado y seguirán cambiando nuestro país, con los cuales me sentiré identificada a donde quiera que esté.

Amanda Letelier

4º medio B