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Por la tarde otra fiesta, los alumnos de pre-básica se sorprendieron desde el ingreso al ver a sus Misses disfrazadas, estuvo Pucca, Sthepanie, Pequita, una payasita y había una bruja maquillando niños. Realizaron carreras, pusieron globos dentro del traje de su miss, luego perritos de ropa donde ellos debían hacer goles y lanzaron puntos en un aro de básquetbol. Después llegó la hora del snack, hubo un momento de relajo hasta cuando se cruzó por el patio el “Carrito con Cabritas”, que entregó a cada niño un regalo de los padres y apoderados. El patio se inundó con ese exquisito aroma y los niños generosos compartieron entre ellos una rica y diferente merienda.

Fue un día del alumno dedicado al juego, la entretención y, especialmente, dedicado al corazón del colegio Altazor, sus niños.